Si movilizarse en la ciudad para
cualquier persona es todo un reto, imagínense para un niño, si es incómodo para
los grandes, para los chicos conlleva una gran problemática, una situación
traumática en diversos aspectos.
Es urgente considerar como se movilizan los niños, ellos son los más sensibles
receptores de las experiencias que se viven en la ciudad. Veamos algunos
aspectos de la movilidad urbana en los niños.
TRANSPORTE PÚBLICO. Viajar es una
interesante actividad, mirar por la ventana abre la mente, brinda posibilidades
de entender los lugares, los paisajes, a su gente, esta costumbre fascinante
trae múltiples beneficios en los chicos, en su desarrollo espiritual,
intelectual y corporal. Como señala el Instituto Vital: “El aprendizaje en
los niños es muy importante para su desarrollo y pronta madurez. Los viajes
tienen muchas relaciones con la madurez a tiempo y su comportamiento con
personas de otros lugares, aunque sean poblaciones cercanas a la ciudad”.
Viajar en transporte público se
puede volver un hecho violento para los niños, se debe considerar que el niño
es muy observador, el caos que vive puede ir formando un hombre, una sociedad
permisible al desorden. Se observan algunos detalles del transporte en Lima:
El tren eléctrico y el
metropolitano, medios de transporte novedosos, son una interesante actividad
para conocer la ciudad, siempre en cuando no estén atosigados de gente.
Buses y coaster, en la actualidad
son un medio complicado para los niños, la forma como se maneja, la violencia
que es instaura en las pistas hace que los niños sean maltratados de manera
sistemática, tal vez la agresión no sea física, el problema mayor es el
psicológico. Los pequeños al recibir este tipo de trato, obtienen una actitud
agresiva frente a la ciudad, frente a la gente.
Viajar en combi, es quizá la
experiencia negativa más fuerte para los pequeños, la agresividad es evidente
en el trato de los cobradores, el manejo acelerado de los choferes, la
comodidad de los autos es casi nula.
Algunas propuestas a considerar
para la comodidad de los niños en el transporte público:
-Es fundamental reformular la
atención de los niños en los medios de transporte
-Una alternativa puede ser el
ceder los asientos a menores de edad, asientos reservados, no en un afán
proteccionista, sino fomentar el trato y respeto a los pequeños ciudadanos.
-Elaborar normas básicas en los
medios de transporte atendiendo al cuidado de los niños.
-El medio de transporte puede ser
un excelente espacio de educación en lo urbano, lo cultural y otros aspectos.
-La señalética debe ser accesible
a los chicos, letreros, anuncios, etc.
LA BICICLETA. El uso de la
bicicleta en los niños es una excelente alternativa para el desarrollo
integral. Aquí algunos beneficios que detalla la “Guía Infantil”: “Montar
en bicicleta, es decir, saber pedalear, frenar, acelerar y dejarse llevar,
puede mejorar aspectos básicos del desarrollo del niño: Estimula e incrementa
la coordinación, el equilibrio y la agilidad. Ayuda en la adaptación a las
diferentes situaciones o entornos (ciudad, bosques, calles, etc.). Influye en
el desarrollo intelectual del niño. Permite llevar a los niños valores como el
compañerismo, el respeto y el espíritu de sacrificio. Crea una consciencia
ecológica. Fomenta la capacidad y la responsabilidad. Aumenta la autoestima (el
niño conoce su capacidad de hacer recorridos progresivamente). Crea hábitos
sanos para el cuerpo: mejora la articulación, refuerza el sistema inmunitario,
aumenta la capacidad respiratoria, previne dolores de espalda, fortalece los
huesos, combate la obesidad, etc. Y promueve el encuentro social”.
La realidad del uso de la
bicicleta no es la adecuada, dicha actividad es muy limitada en la ciudad,
pensar en circuitos largos de ciclovias es aún una utopía. No existe fluidez,
los niños utilizan sus bicicletas en espacios definidos, limitados como
parques, plazas y contadas calles. Cada vez se reduce la presencia de las
bicicletas en el imaginario infantil, difícil salir de casa e ir a la escuela,
a comprar, por las complicadas situaciones que se vive en la ciudad. Por lo
tanto es necesario:
-Es vital crear un circuito de
ciclovias, pensar en los grandes y con mayor razón en los niños.
-Fomentar el uso de bicicletas en
los niños afianza el desarrollo corporal, un estilo de vida que trae beneficios
en la ciudad y su futuro.
-Las ciclovias en la ciudad deben
transmitir confianza, acercar la ciudad a los niños, formarlos como ciudadanos
que en el futuro cuidarán y respetarán el lugar donde viven.
PEATONES. Caminar en la
ciudad es una experiencia muy alentadora, el tener contacto con calles,
espacios públicos, edificios amplia en gran manera la creatividad e imaginación
de los niños. Katya Murillo-Valdez señala algunos beneficios: “Caminar es
un buen ejercicio para el niño. Si se hace regularmente, aunque sea un
recorrido de 10 a 15 minutos, mejora la salud, la circulación y la
concentración mental. Y puede ayudarlos a mantenerse en buena forma y sin
sobrepeso. Es mejor para el medio ambiente, ya que una persona que camina no
emite contaminantes. Además, los peatones respiran aire más fresco que los
conductores que inhalan por horas las emisiones de sus autos. Es una oportunidad
para conversar, de hacer amistad con otros niños. El niño aprenderá sobre la
calle: sobre sus bondades y sus peligros, la seguridad y cómo desenvolverse
respecto al tráfico. Al caminar conocerá mejor sus alrededores y se
familiarizará con su vecindario. Se ahorra, se evita molestias de
estacionamiento y de tráfico. El niño marca su propio paso, lo que es menos
estresante”.
La preponderancia del auto frente
a los peatones es incuestionable y es una situación que se debe revertir, si
para los grandes es un reto caminar por ciertos lugares, pensemos en los niños,
la ciudad se muestra peligroso en sus vidas.
La amplitud de las veredas trae
muchos efectos, la incomodidad física al caminar, y algo más delicado como la
formación intelectual de los niños, al tener un espacio limitado, el niño crece
con la idea de limitaciones e imposibilidades.
Ante ello es necesario:
-Ampliar los espacios peatonales
en la ciudad, veredas apropiadas.
-Brindar mobiliario infantil en
la ciudad, bancas, basureros.
-Las calles y su señalética deben
considerar la escala de los niños.
-Se deben conectar calles y
avenidas de manera fluida para que el caminar sea seguro y divertido.
“Tenemos que crear un entorno
respetuoso de los niños porque ellos son los futuros guardianes del medio
ambiente y los responsables del mañana. Lo que es bueno para los niños es bueno
para la sociedad y para todo el planeta”. Comisión Europea
Fuente: Instituto Vital. Guía
Infantil. Katya Murillo-Valdez. Comisión Europea
Foto: Estación Metro de Lima. Milton Marcelo Puente