Con la venia del Dr. Wiley Ludeña Urquizo
compartimos el artículo publicado en 1990, en una postura crítica muestra sobre
la situación y la relación distante entre la arquitectura y la población,
evidencia una problemática que seguimos arrastrando, propone educar a través de
la arquitectura para mejorar los contextos establecidos por la informalidad.
El Dr. Ludeña es un gran referente, en su labor
realizada demuestra que aún tenemos mucho trabajo por realizar con la niñez
pensando en el futuro y la mejora de la calidad de vida de la población.
No olvidemos:
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Es importante impartir
temas de arquitectura, no necesariamente para formar “arquitect@s”, la idea va
más allá, la visión es impartir cultura arquitectónica.
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Se debe entender que la
arquitectura tiene en su esencia el arte, por lo tanto es una herramienta lúdica
y creativa que educa a la niñez.
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El ejercicio práctico al
realizar arquitectura involucra un apoyo en la formación de capacidades cognitivas,
actitudinales y procedimentales de niños y niñas.