La enseñanza del arte en los
niños, y en toda persona, genera un proceso de desarrollo integral: espiritual, intelectual y corporal, impulsa sus capacidades internas, evidenciado en maravillosos resultados en habilidades y destrezas de los chicos.
El arte motiva el autoconocimiento, la autovaloración, forma un niño activo, emprendedor, seguro de si mismo y por consecuencia afianza sus buenas interrelaciones humanas.
La presentación de diversas variantes (artes gráficas, visuales, contextuales,
escénicas, entre otros) fomenta su desarrollo integral, lo encamina a formarse
como persona y a desenvolverse en la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario