domingo, 2 de agosto de 2015

LOS NIÑOS Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Cuanto más se adapta la ciudad a los niños mejor viven sus habitantes.
El niño, cuando expresa, sus exigencias, transmite perfectamente las de todos los ciudadanos a partir de los más débiles, como pueden ser los que sufren algún tipo de discapacidad y los ancianos. Por este motivo, deberíamos convertirlo en el paradigma para una nueva filosofía del gobierno a la ciudad. 
Cuando los niños puedan ir solos a la escuela y salir a la calle a jugar con los amigos en los espacios públicos, también entonces los abuelos, las personas con discapacidad y los ciudadanos en general podrán vivir de nuevo la experiencia del paseo y el encuentro. Solo cuando los niños puedan salir de casa, encontrarse con otros niños y vivir con ellos las experiencias del juego sin un control directo de los adultos podrán implicarse completamente en ese juego que los conducirá a grandes conquistas.
Estas condiciones son las únicas que pueden ayudarnos a vencer la difícil batalla contra la “televisión canguro” que predispone a los niños a la pereza y la obesidad y los corrompe transformándolos precozmente en consumidores.

Fuente: Francesco Tonucci. La ciudad de los niños
Foto: Milton Marcelo Puente. Urbanismo Infantil: La Victoria 2012.


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